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Hoy me desperté: Relato

Me desperté esta mañana con la sensación de haber hecho un descubrimiento mientras dormía. Abrí los ojos y lo primero que vi fue tu cabeza perdida entre los pliegues de la almohada, y el sentimiento se transformó en sorpresa.
Con el mate en la mano, los ojos fijos en los azulejos de la cocina, la tranquilidad de saberlos a todos dormidos, decidí analizar mi descubrimiento:
Hay palabras mágicas. ¡Ojo!, no es leyenda ni locura temporal de trasnochada.
Por ejemplo, "chocolate".
CHOCOLATE: digo o leo esa palabra y siento que me hace cosquillas en la boca, se me eriza la piel y mi respiración se agita.
Veamos…
CHOCOLATE es el reflejo de tu pelo al salir de la ducha, mojado y rebelde.
CHOCOLATE es la línea diminuta que rodea el miel intenso de tus pupilas.
CHOCOLATE es el arabesco del papel de nuestro dormitorio.
CHOCOLATE es tu piyama y el bordado de todas nuestras sábanas.
CHOCOLATE es el aroma de tu aliento.
CHOCOLATE es el sabor de tu boca……
Azul:
Con esta palabra, la sensación es de intensidad.
AZUL: son tus caricias, voluptuosas y profundas.
AZUL: es tu pensamiento, cuando estás ensimismado.
AZUL: pero estridente, el rictus de tu boca, cuando estás furioso.
AZUL: pero terciopelo, tus brazos, cuando me rodean.
AZUL: pero transparente, tu alma cuando estás contento.
AZUL: pero eléctrico, tu cuerpo, cuando estás apasionado…
¡Uy! … ¡Tengo que tomar el colectivo!.
Silvia B. Giordano

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